Primer día en el Arca.

Ayer apunté la fecha en que me hallaba
Ayer vacías sonaban las palabras
Ayer miedo tuve para salir a buscarla,
valor encontre para quedarme en casa

Algunos dicen que fuí sincero.
Voces inquietas gritando por sus derechos.
Pero, ¡Qué derechos si no hay deberes!
¿Quién será en reclamar el siguiente?

El orgullo, la fuerza, el poder y la fama,
hechos todos ellos de una misma pasta,
quien uno de éstos buscó obtuvo su paga
¿Por qué ahora es a mí a quien achacan?

Ya agoté todas mis fuerzas,
incansable recorrí mares y tierras,
proclamé en alta voz lo que se avecinaba,
y sin embargo ahí están como si nada.

No soy yo quien debo juzgarlos,
mi deber llegaba hasta tenderles la mano.
Y, aunque hasta el corazón tendí en el suelo,
me han despreciado e ignorado cual pobre sabueso.

Dile al búho que vigile esta carta.