Datos personales

viernes, 10 de diciembre de 2010

Sin noticias.










Mi mano apenas halla fuerzas para escribir estas líneas.
Mis ojos luchan con fervoroso afán por cerrarse definitivamente,
ver nada quieren ya en esta demasiado larga vida
porque son estas letras el último aliento de mi alma y mi mente.

Sé que no volveré a ver ni el alba ni el atardecer,
ni el medio día ni el anochecer.
tampoco más veranos, primaveras o inviernos atravesarán mi vida
pues hay algo sobre mis hombros que la agota, la fatiga,
la convierte en insuperable e insoportoble, en la carga más paulatina.

Cada minuto que pasa más pesada, cada segundo más invadida.
Esa carga negra que me oprime, me inquieta, me pone condiciones,
esa carga que no me deja pensar y me quita la luz de mi vida,
se reviste de disculpas, se refugia en tus canciones.

Y yo, ¡Oh pobre de mí!, por llevarte en mi corazón aún la tengo.
Pero aguanto con pesar. No temo ni a al dolor, ni a la tempestad
ni al castigo, ni al tormento, ni al abandono, ni a la soledad,
ni a la pobreza, ni a la amargura, ni a la herida, ni a la poquedad.
Esa carga que sigues cargando
son dieciocho meses que tengo contados
desde tu última carta
mi querida hermana.

Mándame una línea, cuéntame algo
o se que moriré tarde o temprano.

1 comentario: